¿Cómo se llega de una Encrucijada a un Doctorado Honoris Causa?

Hay momentos decisivos en nuestras vidas. A veces no sabemos qué nos ha puesto en ese punto de la encrucijada donde se debe elegir un camino. A veces no tenemos conciencia ni de la dimensión, ni de los alcances del próximo paso, pero de igual forma tomamos la decisión porque la Zona de Conflicto que intercepta los rumbos y los posibles desplazamientos lo exige. Algunes eligen quedarse en la ZC por el resto de sus días, algunes avanzan hacia el camino que dice Voltear la Mirada, otres eligiendo el amplio camino del Olvido retroceden,  pero hay quienes eligen el camino de Haz Algo al Respecto. Yo les quiero hablar hoy de una mujer, una escritora costarricense cuya elección fue seguir la placa vial verde con letras blancas e infinidad de kilómetros que decía Haz Algo al Respecto. Me refiero a Yadira Calvo Fajardo, quien hizo Algo al Respecto usando su brillante pluma y aguda percepción para ampliarnos la ruta e incrementarnos la conciencia (sin s sibilante) y la consciencia (con s y c sibilantes fricativas dobles) sobre la realidad desventajosa en la que aún en el siglo XXI nos encontramos las mujeres de Costa Rica y del mundo entero. La Noche del Enfado, o la Noche Gota Que Derramó el Vaso de Agua fue su ZC que la llevó por una larga vereda de publicaciones nacionales e internacionales, premios y reconocimientos que este día 24 de junio de 2021 celebramos con el otorgamiento más que merecido de su Doctorado Honoris Causa. Y aunque las publicaciones y distinciones son importantes, lo más fuerte, es el legado imperecedero que deja en cada persona que la lee pues a través de su lectura ingresamos también a la Zona de Conflicto, lo que me hace pensar que es prácticamente imposible que quien lea a Yadira quede indiferente, así que sin duda quien la lea elegirá un trayecto, y quiero animarme en esta noche a agorar que la mayoría elegirá Hacer Algo al Respecto. 

Así es que con el espíritu animado voy a contarles sobre la ZC que llevó a Yadira Calvo a decidirse por el camino que ya todes conocemos, y con el debido permiso de nuestra galardonada escritora feminista les hago este relato que oí tras bambalinas mientras almorzábamos en familia el día de su mil veces justo Doctorado Honoris Causa:

“…sería una fresca noche de verano en los años 70 que el joven matrimonio, Don Faustino y Doña Yadira, salió a disfrutar de la variada gama de pequeños teatros josefinos que les exiliades que venían huyendo del régimen totalitario en Chile fundaron en nuestra capital. Una noche que debería haber sido dedicada al disfrute terminó transformándose en una noche de disgusto y total indignación. Cuenta Yadira, que en el programa de mano que les entregaron al ingresar al teatro estaba impreso, cubriendo casi la totalidad del mismo, el trasero de una mujer acompañado de la siguiente afirmación: Para Nosotros Esta es Tu Cara. Luego todo fue de mal en peor, la obra, cuyos título y autoría no son importantes, se construía de escenas de violencia sexual contra mujeres en estado de salud vulnerable y de cómo las mujeres que las tenían a su cargo no hacían nada para ayudarlas. La falta de empatía y de sororidad a todo nivel. ¿Se suponía que eso era gracioso? No lo recuerda. Pero lo que sí está claro en su memoria es cómo esa capacidad de análisis, de lectura de la realidad que había desarrollado desde muy joven no le permitían ignorar la forma en cómo las mujeres somos vistas y representadas en la sociedad, y cómo esas representaciones impregnan el pensar colectivo y acarrean la normalización de conductas y comportamientos injustos, categorizaciones inmerecidas y negaciones de derechos inaceptables contra nosotras. Al salir del teatro esa noche de verano, a Doña Yadira y Don Faustino en galas setenteras, ya no les parecía tan fresca. La joven Doña Yadira de inmediato y como era de costumbre con todos los argumentos le manifestó a su esposo todo su enojo por lo que acababan de presenciar. Él, molesto también, en su acento zamorano y a sabiendas que su esposa tenía gran talento para las letras aunque no había publicado aún, le dice: ¿Por qué no lo escribes y dejas de hincharme las narices? …”

Esa fue la encrucijada, Yadira Calvo Fajardo eligió no solo escribir, sino estudiar, describir, analizar, evidenciar e ilustrar con sus palabras las vivencias de injusticia compartidas por millones de mujeres en el mundo desde la antigüedad hasta nuestros días. A ese mismo esposo de más de cincuenta años ya, el Sr. Faustino Chamorro que entre bromeando pero más en serio le dijo ¿por qué no lo escribes? dirigió su agradecimiento antes de dictar su conferencia de recibimiento del doctorado. En dicho agradecimiento lo llama literalmente “mi amigo, mi esposo, mi amante… (y el público aplaude al escuchar una mujer ya con sus años decir algo tan normal, porque para la mayoría aún es tabú que una mujer joven lo diga y mucho más en un ambiente tan solemne y académico)…sin el cual muchas de las actividades que he hecho no las habría podido realizar.” con lo que Yadira nos da una lección más, y aunque muches lo sabemos, los hombres, aunque no lo son todo para nuestras luchas feministas, son también un eslabón importante en las mismas. En seguida da inicio a su conferencia magistral Mujeres Doctas y Pecados Sabios, la cual comprehende un recorrido histórico no lineal que transita entre la antigua Roma, el Medioevo, el Renacimiento y nuestro tiempo demostrando con multitud de ejemplos, casos y autores, cómo en inúmeras veces desde la antigüedad se ha querido refrenar y desprestigiar a las mujeres que escribimos, ya fuera privándonos el acceso a libros, el acceso al estudio, disminuyendo nuestra valía etc. Nos dice Yadira:

“…se las educaba (a las mujeres) hasta donde fuera decoroso para ellas y útil para los esposos. Un tratado francés publicado en el siglo XV dice Ángeles Caso, llegaba incluso a especificar que las damas podían leer pero solo aquellas cosas escritas de puño y letra por su marido, de modo que si el marido era analfabeto a ella la educación no le alcanzaba ni para la lista de la compra. Entre 1460 y 1463 se publica un famoso cancionero (el cancionero de Estúñiga)…y hay unos versos de un poeta Carvajales que aconsejan a los hombres: amad amadores mujer que no sabe que cuanto más sabe mujer, menos vale.  El siglo XV quería mujeres ignorantes, pero el siglo XVI y XVII también.”

A lo que yo agregaría: Aunque no lo crean, en este siglo y en muchos rincones del planeta también.

Es de suma importancia que la Universidad Nacional haya hecho la entrega de tan mirífica distinción a una escritora feminista del calibre de Yadira Calvo, acto que habla bien de la disposición de la comunidad académica costarricense de hacerle un lugar de respeto y reconocimiento a los aportes de sus mujeres intelectuales, que son muchas.

De acuerdo con la información de la página oficial de la Universidad Nacional, dicho centro de educación superior ha otorgado 22 Doctorados Honoris Causa desde 1982. Únicamente tres de esas veintidós distinciones han sido otorgadas a mujeres, y me parece importante destacar que las tres son centroamericanas. La primera en recibir tan honorable reconocimiento fue la líder y activista política maya-quiché Rigoberta Menchú Tum, Premio Nobel de la Paz 1992, el 5 de febrero de 1993; la segunda fue a la hoy presidenta de la Corte Interamericana de Derechos Humanos la magistrada Elizabeth Odio Benito en 2014; y la tercera fue el día 24 de junio de 2021 a la escritora y teórica feminista costarricense Yadira Calvo Fajardo. Extrañamente hasta el día de hoy, una semana después, la Universidad Nacional no ha agregado en su página la entrega de dicho doctorado.

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Poeta brasileña-costarricense, docente en la Escuela de Lenguas Modernas de la Universidad de Costa Rica, traductora e intérprete políglota.

2 comentarios en «¿Cómo se llega de una Encrucijada a un Doctorado Honoris Causa?»

  1. Muchas gracias, querida amiga Lara, por tu encomiástico ENCOMIO dedicado con buena pluma a YADIRA; y, también, por lo que a mi «ad latere» me toca.

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