La idea empezó cerca del 11 de febrero, fecha en que se celebra el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Conscientes de que las efemérides son objetos de disputa por los sentidos de aquello que se conmemora, y lejos de festejar el día acríticamente, con un grupo de colegas se nos ocurrió mostrar aquello que no se ve acerca de nuestra profesión como mujeres en ciencia. Especialmente, quisimos señalar dos cosas: uno, que las ciencias humanas, entre ellas muchas ramas de la Lingüística, también son ciencias; dos, que la palabra “lingüista” se puede referir a una mujer, aunque el corrector de Google Docs diga lo contrario. Lo primero es una batalla que, por distintos motivos, siento más personal, y me llevó una vez más a cuestionar la mirada positivista tan habitual en los discursos públicos sobre la ciencia. Lo segundo es, sin lugar a dudas, una preocupación colectiva.
Por eso, el día de las #MujeresEnCiencia con mis compañeras del Centro de Estudios del Lenguaje en Sociedad (CELES) de la Universidad Nacional de San Martín decidimos aprovechar la ocasión para difundir algunos trabajos de lingüistas mujeres. Armamos un hilo colaborativo en Twitter, en el que las personas iban poniendo frases que les interpelaban, escritas por distintas lingüistas. Fue esa semana, después de años de dedicarme a la investigación lingüística, cuando por primera vez se me ocurrió googlear “lingüistas de Argentina”. Y acá empezó, creo yo, la editatón. Google me llevó a Wikipedia, y Wikipedia me llevó a la indignación. Es que, para mi sorpresa y la de mis colegas, buena parte de las lingüistas más reconocidas de Argentina estaban completamente ausentes de la enciclopedia más consultada del mundo. Elvira Arnoux, Guiomar Ciapuscio, Lucía Golluscio, Leonor Acuña, Virginia Jaichenco, Alejandra Vitale, Sara Isabel Pérez, Marisa Censabella, Virginia Unamuno, María Marta García Negroni, Beatriz Bixio, Julia Zullo son solo algunas. En Wikipedia, no había rastro de ellas.
La posibilidad de editar la enciclopedia virtual se volvió, entonces, una necesidad. Así surgió la editatón que organizamos desde el CELES para el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer: la llamamos Aquelarre Lingüístico. El evento consistiría, en resumidas cuentas, en una maratón de edición, durante la cual distintas personas nos reuniríamos para editar Wikipedia con un objetivo en mente: abultar la información sobre nuestras lingüistas. Pensamos que si las fechas pueden ser mojones en las demandas de grupos histórica y socialmente marginados, esta efemérides podía ser parte de la búsqueda por el reconocimiento de nuestros derechos como mujeres trabajadoras de las Ciencias del Lenguaje. Y por qué no extender esa lucha al escenario enciclopédico.
El vocablo “visibilizar” surgió desde el comienzo y fue eje de la convocatoria del Aquelarre: nuestro objetivo era “visibilizar a las mujeres lingüistas en Wikipedia”. Pero esto no significaba darles visibilidad desde un supuesto lugar de poder auto-atribuido, sino más bien ser parte de un proceso que ellas mismas empezaron. Queríamos apoyar sus trabajos y los lugares fundamentales que saben y supieron ocupar en un mundo patriarcal y en una esfera eminentemente patriarcal del mundo, como es la científica. Queríamos contribuir a que sus recorridos fueran reconocidos por la comunidad mundial. Este objetivo, supimos después, puede ser un tanto naive.
Amén del progresismo, la apertura global y la diversidad que Wikipedia predica, la experiencia del Aquelarre nos hizo descubrir que el sitio y la cultura Wiki no están lejos de reproducir la mirada patriarcal, sino más bien lo contrario. Quiero acá contar dos cuestiones específicas que entorpecieron, pero no truncaron, nuestros deseos editoriales.
La primera surgió antes del Aquelarre. A la hora de revisar las entradas existentes en Wikipedia, vimos que la concerniente a Lingüistas de Argentina contaba con una clasificación de ramas disciplinares, consignadas como “categorías”. Todas ellas están, tristemente, en masculino genérico: filólogos, gramáticos, lexicógrafos y traductores pueblan y organizan los conocimientos del lenguaje, según la web. Sin embargo, al consultar a editoras expertas, recibimos una verdad tan verosímil como demoledora: eso no se puede cambiar, la comunidad de Wikipedia todavía no acepta el lenguaje inclusivo. Pensamos otras opciones, no era necesario escribir “filólogues”: los desdoblamientos como “filólogas/os” también serían rechazados; sobre opciones como “especialistas en filología” o “personas dedicadas a la filología” hay posiciones encontradas.
Wikipedia es colaborativa, es decir, nadie tiene la potestad de edición sobre las entradas, sino que todxs la tienen. Entonces, los cambios que hace una persona después pueden ser admitidos o rechazados por la comunidad. El problema es que la comunidad es machista. En una famosa encuesta realizada por Wikipedia, se concluyó que lxs editorxs típicxs de la enciclopedia virtual tienen título universitario, una edad promedio de 30 años, son hombres y viven en Europa o Estados Unidos. Sobre esto, Pamela Graham (2015)1 advirtió que, aunque no está probado, es posible que las personas más representadas en las biografías estén alineadas con la mirada masculina y eurocéntrica, propia del grupo autoral dominante en la red. En definitiva, el lenguaje inclusivo-incisivo brilla por su ausencia, tanto como la diversidad.
La segunda cuestión se dio durante la editatón, cuando creamos la entrada enciclopédica de Elvira Arnoux, una lingüista argentina de reconocidísima trayectoria, referente en la glotopolítica y los estudios del discurso a nivel regional. Para crear una entrada en Wikipedia hay que cumplir un criterio de relevancia: en el párrafo introductorio o “entradilla” debe quedar claro por qué esa biografía debe estar en el sitio. En el momento en que se crea la entrada y se hace clic en “Guardar cambios” emerge un cuadrito en que se le pide a la usuaria que explique qué cambios hizo: por ejemplo, en nuestro caso, “creación de entrada de Elvira Arnoux”. En el momento en que hicimos esto, Constanza, nuestra guía wikipedista, nos dio dos consejos: primero, la entradilla tiene que ser súper completa en cuanto a reconocimientos y premios, además de incluir varias fuentes bibliográficas. Segundo, cuando quieran hacer el resumen de edición, agreguen alguno de los premios que ganó Elvira, aunque sea redundante. Nos sorprendieron estos consejos, por dos razones: primero, porque se supone que la entradilla debe ser breve, y la nuestra era considerablemente más extensa que muchas entradas ya existentes; segundo, porque pensábamos que una vez escrita esa introducción tan completa sobre por qué la Dra. Arnoux merece estar en la enciclopedia tanto como un futbolista de la C no sería necesario repetir los galardones al guardar los cambios. Y ahí, ante nuestra duda, vino la aclaración: las entradas sobre mujeres son más frecuentemente rechazadas que las entradas sobre hombres, como ocurrió con la física Donna Strickland. En suma, nuestro trabajo era mayor y nuestra edición corría el riesgo de ser objetada; todo, porque la información que queríamos agregar era sobre una mujer.
En el trajín por el reconocimiento wikipedista, nos preguntamos cuál es, entonces, el criterio para evaluar la relevancia de una biografía y cómo es que Wikipedia logra tan exitosamente invisibilizar a las mujeres y personas LGBTI+.
Por un lado, está la evidente brecha de género, que en esta comunidad es enorme. No solo el 10% de las personas que editan Wikipedia son mujeres -las personas de identidades de género no binarias lamentablemente no han sido consideradas en estas estadísticas. En el sitio de Wikimedia Argentina destinado a las mujeres científicas se puede ver que las biografías de varones superan con creces a las femeninas. Por ejemplo, en el campo de la ingeniería más del 94% de las biografías son de varones; mientras que en las ciencias sociales solo un 9% de las entradas refiere a mujeres. Por otro lado, la efectividad en la imposición de la mirada patriarcal se ampara, pienso, en las características específicas del género discursivo entrada enciclopédica. Se trata de un discurso del saber, que como tal construye una posición difícil de rebatir. De hecho, con el afán del conocimiento, la enciclopedia indica distintos rasgos de estilo que sus editoras deben cumplir: entre ellos, se pide neutralidad, es decir, mostrar “todos los puntos de vista”. Pareciera ser que “todos los puntos de vista” no significa lo mismo para los varones cis hétero y para las personas con otras identidades de género. Esto, sin mencionar que las palabras mismas, aunque parezcan inocentes, también pueden orientar argumentativamente la lectura de un texto.
En definitiva, al comprender los vericuetos de la red confirmamos que, sí, nuestro objetivo podía ser naive. Pero el hecho de que sea naive no significa que no sea realista e, incluso, posible.
Recurriendo a nuestras posibilidades, hicimos cambios concretos en Wikipedia para abultar la información sobre las mujeres. Por ejemplo, en la entrada Análisis del Discurso, se enumeraba a una serie de lingüistas muy distintxs, aunque con un par de características comunes: han desarrollado sus investigaciones en países centrales y son mayoritariamente varones. ¿Dónde están las mujeres?, nos dijimos. Y, sobre todo, ¿dónde están las mujeres latinoamericanas? Durante el Aquelarre, entonces, agregamos en la enumeración de lingüistas a Elvira Arnoux y empezamos a hacer una lista de personas para ir agregando en próximos encuentros.
También creamos entradas nuevas y editamos otras ya existentes. Así, agregamos a Wikipedia los perfiles de Elvira Arnoux y Marisa Censabella, y editamos las entradas de Ofelia Kovacci, Ángela Di Tullio y Ana María Barrenechea.
En la cotidianeidad del trabajo académico hay experiencias que no son tan abundantes como debieran y que, en mi caso, las debo al Aquelarre Lingüístico y al Círculo de Lingüística Feminista. Es que en ambos espacios existe la posibilidad de pensar juntes. Hace un tiempo, en una reunión del Círculo, José Del Valle dijo algo que me gustó mucho y que voy a reproducir infielmente: su idea era que el afecto es central en la investigación; que es precisamente el afecto lo que nos permite disentir, acordar honestamente y criticar de manera constructiva; es el afecto lo que nos hace decir con sinceridad y lo que nos permite escuchar. Pienso que una de las formas del afecto es la compañía, una compañía que surge de las ganas de actuar con un móvil común. Esto moldeó los grupos de trabajo en el Aquelarre: intercambiamos ideas, nos reímos, nos indignamos, ensayamos texto, reformulamos, festejamos cada clic de aplicación de cambios, nos quedamos con ganas de volver a juntarnos.
Alguna gente que no pudo asistir nos escribió para decirnos que quieren participar si volvemos a hacer un aquelarre y, de hecho, ya organizamos los próximos encuentros que, de manera informal y afectuosa, llevaremos adelante desde el flamante Wikiclub del CELES. Todo ese entusiasmo y ese afecto hicieron de la editatón algo más parecido a una fiesta que a un encuentro de trabajo. Una fiesta con enojos compartidos y con optimismo por nuestras batallas, que son pequeñas, pero son nuestras y las hacemos juntas. Una fiesta que, como toda fiesta feminista, no está exenta de un sabor amargo y a veces doloroso. Pero, como dijo la filósofa Virginia Cano, “querer renunciar a todos los dolores, a todas las tensiones y los desgarros, es un poco como querer renunciar a la vida, allí donde ella se parece bastante al amor y al pensamiento, donde es vulnerabilidad compartida y des-encuentro con les otres, riesgo común y sitio de reparación”. Este sitio de reparación y de des-encuentro con les otres es lo que más celebro de mi primera editatón.
Y sí, las efemérides son ocasiones valiosas para tomar iniciativas, pero no están aisladas ni son suficientes. Así como no hay entradas enciclopédicas definitivas, me permito pensar la editatona como los enunciados de Bajtín, en una cadena infinita de eventos que tienden diálogos. Porque, como escribió Lara Solórzano Damasceno, “les invisibles existimos en cifra copiosa”, nos seguiremos reuniendo a celebrar que existimos y que seremos visibles. Celebrar no de una forma condescendiente ni conformista, sino asumiendo que las faltas existen y que serán enfrentadas y vividas en comunidad. Celebrar sabiendo que la alegría, pero también la bronca serán compartidas.
Y que el Aquelarre sea, como los enunciados, un eslabón en una cadena infinita de aquelarres.
- Graham, P. 2015. “‘An encyclopedia, not an experiment in democracy’: wikipedia biographies, authorship, and the wikipedia subject”, Biography, 38 (2), 222-244 [↩]
Autorxs
Doctora en Letras por la Universidad de Buenos Aires (Argentina), donde también obtuvo los títulos de Licenciada y Profesora en Letras. Realizó su posdoctorado con beca de CONICET en el Centro de Estudios del Lenguaje en Sociedad, de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) y actualmente realiza una estancia posdoctoral en The City University of New York (CUNY).
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